sábado, 6 de octubre de 2007

Michel Maffesoli: Entrevista


Una mirada a la violencia social
Por Vicente Verdú

“Estas explosiones juveniles en Francia son la expresión del hecho de que no sirve de nada evacuar completamente la violencia, sino que, al contrario, hay que encontrar los medios para “homeopatizarla”. En toda la cuenca mediterránea existe la tradición de saber ritualizar la violencia, y Francia actualmente ya no sabe hacerlo. Por ejemplo, hace algunos años me rebelé contra la ley que impide hacer novatadas a principio de curso, novatadas que a veces son violentas, escatológicas. Para mí, la prohibición muestra claramente la locura de una sociedad que tratando de eliminar toda violencia, potencia su reaparición explosiva. No soy profeta, pero, en mi opinión, estos hechos vandálicos volverán a ocurrir. Podemos predecir que en esta vida “aseptizada”, de vez en cuando, inesperadamente, se van a producir arranques vitales y enérgicos.”

“¿Cuál es la crítica que le hacen?

Hay muchas críticas, pero una de ellas consiste en decir que yo niego al individuo, que niego el individualismo.

¿Y?

En el fondo, negar al individuo es un verdadero escándalo porque sobre esto se formó la cultura moderna. Entiéndame, considero que el individualismo ha dado buenas cosas, pero hoy ya no es pertinente. Intento demostrar que ya no es pertinente, pero… ¿cómo le diría? Encontré un día un texto muy hermoso de George Steiner sobre Heidegger que se puede aplicar a esta cuestión… Muestra cuando Heidegger demostró que habíamos pasado de un ser infinitivo, el verbo ser, a un ser nominal, a ser algo. El paso del aspecto general, el verbo ser, hacia “ser alguien” constituye, en el fondo, la creación del individuo y de la individualidad. Y creo que actualmente se está produciendo, por saturación, un paso de este sustancialismo a otro pensamiento que se encuentra más cerca del pensamiento oriental. Es decir, no importa tanto el individuo como el grupo.”

[uffff….digo yo]

“El hedonismo es lo festivo y lo trágico. Se puede decir: “No hace falta filosofar”. Simplemente no sabemos si habrá otro mundo, bien sea político o religioso, después. No sabemos si lo hay. Así que debemos disfrutar aquí y ahora, hic et nunc. La diversión ya no se proyecta a largo plazo, sino que se vive en el instante, el instante eterno. Es decir, no en una gran eternidad lejana, sino en un pequeño momento. En mi libro El instante eterno pongo el ejemplo divertido de la filosofía del kairós, que es la filosofía presocrática. Ahora bien, ¿qué es el kairós?, una oportunidad, la mejor ocasión, el mejor momento… Kairós era un viejo calvo al que había que atraparlo en el momento mismo, porque no era posible atraparlo por los pelos cuando se marchaba. Y es interesante observar que las jóvenes generaciones tienen a la vez este sentido del hedonismo, esta gran intensidad del momento, visible en el bullicio cultural que encontramos en París, en Londres o en Madrid buscando el disfrute.”